(Antonio Machado e Dércio Marques)
A quién nos justifica nuestra desconfianza
Llamamos inimigo, ladrón de una esperanza
Llamamos inimigo, ladrón de una esperanza
Jamás perdona el nécio si ve la nuez vacia
Que dió a cascar al diente de la sabiduria
Ni vale nada el fruto cojido sin sazón
ni aunque te elogie un bruto
Hás de tener razón
De lo que llaman los hombres
Justicia, virtud y bondad
Una mitad és invidia, la otra no és caridad
Una mitad és invidia, la otra no és caridad